martes, 10 de mayo de 2016










En el politeísmo cada dios podía ser adorado o invocado individualmente, dependiendo de los aspectos que se les atribuían. La mitología griega se desarrolló plenamente alrededor del año 700 a.C. En el Olimpo, los dioses formaban una sociedad, de acuerdo a la autoridad y poderes que poseía cada dios, se movían con total libertad y entre estos formaban tres grupos que prácticamente controlaban a Grecia: el cielo o firmamento, el mar y la tierra. Los griegos eran principalmente, apegados a la tierra, sus cosechas estaban en “manos de aquellos dioses”, lo primero que hacían al despertar era alabar al dios principal del olimpo; Zeus, dios del trueno y teniendo la fuerza como principal atributo, era alabado en pueblos como Troya, Argos y Olimpia, sucesivamente Hermes, dios de los viajeros y Deméter, diosa del campo. Otros dioses relevantes eran Atenea, diosa de la sabiduría; Afrodita, diosa de la belleza y el amor; Apolo, dios del sol; El irritable y celoso Poseidón, dios del mar, etc. En honor a estos dioses, se realizaban los Juegos Olímpicos, en los que cualquier griego buscaba poder ser reconocido por toda Grecia, pero también tenían que soportar a estos caprichosos dioses porque si algún griego cometía algún error, una acción descuidada, hería a los dioses y hacía que estos se enojaran y desataran toda su furia contra todo el pueblo, prácticamente.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario