En Grecia, el coexistir entre mortales e inmortales era algo normal, tenían distintos dioses inmortales, a los cuales adorar, pero esto dependía del pueblo en el que se encontraban. Se realizaban fiestas, juegos y sacrificios en honor y agradecimiento a los dioses, los cuales tenían ciertas similitudes buenas y malas con el ser humano, estaban ubicados por jerarquía, de acuerdo a las virtudes que poseían, debido a esto existieron conflictos entre ellos. La vida cotidiana de los griegos dependía de los dioses, su sistema económico, incluso las guerras, se realizaban solamente para satisfacer los caprichos de estos. Si se estudia a fondo la naturaleza de los dioses, habrá de darse cuenta que cada uno manejaba un atributo diferente, pero sus manera de castigar era casi la misma, incluso podían bajar del Olimpo a la tierra y tomar una forma humana, a lo que los griegos cada vez que veían a alguien, se llegaban a preguntar si esa persona era un dios o un semidios, vivían de acuerdo a la aprobación de los dioses y adjudicaban a estos , todo lo que les pasaba, ya fuese bueno o malo.